Descripción
Esta obra es una fusión potente entre el arte clásico y el street art contemporáneo. Se trata de un retrato femenino de estilo realista, con un enfoque muy expresivo en el rostro, que evoca el romanticismo pictórico del siglo XIX. La figura femenina, de mirada intensa y melancólica, se encuentra parcialmente cubierta por capas de pintura en aerosol, dripping (goteo) y manchas de colores vibrantes como el fucsia, turquesa, naranja y azul eléctrico.
La superposición de técnicas —óleo o acrílico detallado para el rostro y las manos, combinadas con aerosol y manchas propias del arte urbano— genera un contraste visual que transmite tensión emocional y dinamismo. La obra sugiere una dualidad entre lo eterno y lo efímero, entre la belleza clásica y la expresión moderna, casi caótica. El rostro de la mujer se mantiene sereno y enigmático, mientras el resto de la composición se ve intervenido por gestos más impulsivos, propios del grafiti.